“Estamos viendo barbaridades que no se veían desde los años 60. Da miedo»
Un argentino en Miami
Diego Sánchez tiene 26 años y vive en EE.UU. desde los 9. Obama lo invitó a la Casa Blanca en 2012 al firmar una iniciativa para proteger de las deportaciones a otros 2 millones de jóvenes. Ahora temen que Trump frene ese programa.
Argentino. Diego Sánchez vive en EE.UU. desde los 9 años y ahora teme que Trump lo deporte.
- Paula Lugones
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Washington. Corresponsal
- @PaulaLugones
Diego Sánchez nació en Mar del Plata, creció en el Chaco y a los nueve años se vino a vivir con su familia a los Estados Unidos. Su caso saltó a la luz cuando fue invitado hace cuatro años a la Casa Blanca por Barack Obama, cuando el presidente firmó una iniciativa que se llamó “Dream Act”, que protegía de las deportaciones a él y a otros más de 2 millones de jóvenes que se habían criado desde pequeños en EE.UU, no tenían documentos y no podían estudiar o trabajar legalmente. Ahora están asustados con la futura llegada de Donald Trump a la presidencia. De 26 años, Diego, como muchos otros en su situación, teme ser expulsado del país si Trump cumple sus promesas de campaña sobre los inmigrantes. Además, alerta sobre los episodios de xenofobia después del triunfo. “Estamos viendo barbaridades que no se veían desde los años 60. Da miedo”, dijo en una entrevista telefónica con Clarín desde Miami.
–Habían logrado una cierta tranquilidad con el decreto de Obama ¿Qué piensan ahora que Trump fue elegido presidente?
–La comunidad estaba confiada en que ganaba Hillary Clinton y ahora todo se complicó. Nunca esperábamos que esto fuera a pasar. Trump dijo en muchas oportunidades que una de sus primeras iniciativas sería borrar el programa que nos protege porque básicamente depende de la decisión de la administración y si Obama lo implementó en 2012, él lo puede sacar también. Sabemos que si él no lo hace lo va a hacer la Corte Suprema. Porque con el juez que Trump va a nombrar en el Tribunal estaríamos en desventaja. Por eso hay gente que está muy asustada. Hay muchos que llegaron aquí de muy chiquitos y ni siquiera conocen el país de donde vinieron. Ellos se presentaron ante las autoridades y dieron toda su información con nombres de parientes, las direcciones donde viven y ahora que entregaron todos los datos a inmigración ya saben quiénes son. ¿Qué va a pasar si Trump elimina el programa? ¿Los van a venir a buscar?, ¿los van a deportar? La verdad no saben qué va a pasar y eso también implica a los familiares que viven en la misma casa. Entonces la gente se está volviendo loca.
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–¿Ustedes creen que Trump efectivamente va a llevar a cabo lo que prometió en la campaña?
–En lo personal yo pensaba que lo había dicho para la campaña y no lo iba a hacer. Pero si miramos a la gente que está poniendo en el equipo de transición te da la sensación de que su agenda va a ser anti inmigrante. Uno es Chris Kobach, que es el secretario del estado de Kansas y autor principal de las leyes anti inmigrantes. Mirando a los consejeros que tiene, la verdad te da un poco de miedo y te dice de alguna forma que va a hacer algo. Los mismos votantes, la gente que lo apoyó van a estar atrás de él para que cumpla con sus promesas. Tanto habló del muro y la frontera con México, que México va a pagar por eso que él va a tener que hacer algo simbólico en la frontera. Ya no pensamos que va a haber algo que nos va a beneficiar. Ahora vamos a estar a la defensiva.
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–¿Después del triunfo de Trump hubo aumento del racismo, de la xenofobia?
–Yo personalmente no sufrí ningún episodio, pero tengo el privilegio de vivir en una ciudad diversa como Miami. Pero tengo muchos amigos que votaron a Trump y les hablás sobre el sufrimiento del inmigrante, del miedo de los musulmanes, de la comunidad gay y tienen una indiferencia absoluta, no les importa. Hay muchos videos en Internet de esta gente que tiene sentimientos anti inmigrantes, homofóbicos y siente que a partir de la victoria de Trump a ellos ahora se les permite decir todas estas barbaridades. Se ve en las redes y también en pintadas en las paredes, en escuelas o negocios, barbaridades que se veían en los años 60 y las estamos volviendo a ver 60 años después. Da miedo.
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“Estamos viendo barbaridades que no se veían desde los años 60. Da miedo”
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