Raúl Ocaño (46) está imputado como supuesto autor de “corrupción de menores, abuso sexual calificado, lesiones graves y resistencia a la autoridad”. Su defensa fue asumida por el asesor letrado Alejandro Fauro.
Ayer a las 13.30, Ocaño fue indagado, tras responder sobre sus cuestiones personales y escuchar la acusación que pesa en su contra, negó los hechos por los que está acusado y se abstuvo de continuar declarando, debido a lo avanzado de la hora la audiencia de control de detención fue postergada hasta hoy a las 11.
El hombre se encuentra a disposición del fiscal del área de Asuntos Complejos, Bernardo Alberione, el cual ya habría receptado testimonios de las personas que presenciaron el accionar del sujeto el pasado martes en la vivienda de calle Carlos Gilli al 200.
Mientras tanto, el hombre permanece alojado en la cárcel de nuestra ciudad.
Recordemos que todo comenzó el martes 1º de noviembre, cuando Ocaño fue sorprendido por su pareja, de 52 años, que arribó a la casa y lo encontró acostado en la cama junto a su nieta de 10, a la que, según habría denunciado la mujer, estaba manoseando.
Inmediatamente, la señora alertó a la línea de emergencias policiales 101 y a los pocos minutos, alrededor de las 19.40, se constituyó en el lugar un patrullero con dos efectivos abordo. Ocaño, nervioso, al ver la presencia policial tomó una cuchilla tipo “carnicera” y amenazó con apuñalar a los uniformados.
En ese interín llegó a la casa la madre de la niña -una joven de 28 años-, a quien el hombre rápidamente habría tomado del cuello y utilizado como “escudo humano”, pero al ver que estaba rodeado, la soltó y arrojó hacia los policías para emprender una veloz huida.
Los efectivos solicitaron refuerzos y luego de una persecución capturaron al hombre.
