Los índices de Wall Street ceden un 5% desde el récord del 12 de febrero, mientras se asimila el posible impacto económico de la enfermedad. Cortan así una racha de ganancias promedio de 350% acumulada en casi 11 años.
Mientras los mercados financieros en Argentina, y también en la influyente plaza brasileña, permanecen cerrados por los feriados de carnaval, en el resto del mundo se asimila la posibilidad de desaceleración de la economía, que se traduce en profundas pérdidas de las valuaciones bursátiles.
El driver o directriz de los negocios fue el avance del coronavirus fuera de las fronteras de China, que encendió más que las alertas sanitarias, por su eventual impacto en el comercio internacional y la expansión de las economías centrales y emergentes.
En Wall Street se observó el lunes un ajuste bajista de más de 1.000 puntos o 3,6% en el referencial Dow Jones de Industriales, que retrotrajo las cotizaciones a los niveles de diciembre, después de haber anotado máximos históricos apenas el pasado 12 de febrero.
Este martes, el índice Nikkei de Tokio extendió el derrotero de precios, con una pérdida promedio de 3,3%, mientras que las bolsas de Europa acusaron bajas en torno a 0,6%, como en el FTSE de la Bolsa de Londres.
Mientras que en los negocios electrónicos previos a la apertura de las bolsas deNueva York los índices registraban un tenue rebote de 0,5%, la caída en las últimas dos semanas contabiliza un 5,3%, desde los 29.551 puntos del récord del 12 de febrero, a 27.960 unidades.
Para algunos analistas se trató de un ajuste de precios muy anticipado después del ciclo alcista más extenso de la historia de las bolsas, iniciado el 9 de marzo de 2009, piso de la crisis “sub-prime”. En diez años y once meses, el Dow Jones acumuló desde aquel registro mínimo de 6.547 puntos una ganancia de 351% en promedio, una tasa astronómica en comparación al crecimiento económico de los EEUU en poco más de una década.
Jorge Fedio, analista técnico de Clave Bursátil, definió el el movimiento como “pánico mundial de las bolsas por el vertiginoso ritmo de propagación del coronavirus. Fue una sacudida del tipo desplome”.
Fedio recordó que seguramente el coronavirus va a ser declarado pandemiapor Organización Mundial de la Salud (OMS), por cuanto “el impacto negativo todavía es impredecible”, mientras que los miembros del Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC) de la Reserva Federal de los EEUU “se muestran con un cauteloso optimismo y han reconocido que aun es complicado calcular el impacto real de la epidemia sobre la economía mundial, por más que el mercado se anticipa a que agrave la recesion”.
Síntoma de esta renovada aversión al riesgo fue la suba de los precios de los bonos del Tesoro de los EEUU en el mercado secundario, muy demandados como cobertura cada vez que los fondos de inversión escapan de posturas en acciones. La tasa del Treasury a diez años cedió a 1,377% anual, un rendimiento negativo si se toma en cuenta que los EEUU tiene una inflación anual próxima al 2 por ciento.
“Los inversores migraron de la renta variable hacia activos más seguros, producto del aumento de casos de coronavirus fuera de China, intensificando los temores de una desaceleración económica mundial prolongada”, indicó Research for Traders.
La economía actual china es seis veces más grande ahora que antes, con el turismo del gigante asiático que representa el 0,4% del PBI mundial. “Los días de trabajo perdidos en China equivalen a un descanso no planificado de dos meses para todo Estados Unidos”, explicó Peter Oppenheimer, jefe de Capital Global de Goldman Sachs.
Mientras, la plaza argentina permanece cerrada este martes por el feriado de Carnaval, al igual que el lunes. En cierto modo, el aislamiento financiero de la Argentina, confinada en materia bursátil por el reperfilamiento de la deuda y las restricciones cambiarias, y en el marco de los feriados, mantuvo alejado el pánico, aunque es de prever un reacomodamiento de los precios de acciones y bonos domésticos el miércoles. También está por verse el impacto sobre las paridades bursátiles del dólar y la elasticidad de las brechas cambiarias.
Así como los ADR de compañías argentinas cedieron el lunes entre 3 y 4 por ciento en dólares, en promedio, aquellas compañías ajenas al “riesgo argentino”, como Mercado Libre y Globant registraron una contundente pérdida diaria de 8 por ciento.
En el caso de YPF, la caída alcanzó el 4,9%, a USD 9,12 por ADR, debido al arrastre bajista del petróleo crudo, de hasta 5% en la variedad Brent, de referencia internacional.
Otras señales de refugio inversor fue la apreciación del dólar frente al resto de las monedas y también del oro, sostenido en la cotización más alta en siete años, por encima de los USD 1.600 la onza.
En este aspecto, las monedas y bolsas de América Latina acusaron fuertes caídas, en línea con los mercados globales, pero el feriado en Brasil impidió una caída mayor del real de Brasil y también del peso argentino.
El dólar en Brasil se mantiene cerca de los 4,40 reales, un máximo histórico. El billete verde suma un alza de 9,5% respecto de la divisa brasileña en lo que va de 2020. En tanto, en la Argentina, el dólar mayorista acumula un alza de 3,3% en 2020, no lejos del alza inflacionaria del arranque del año, aunque atrasado respecto de la evolución del tipo de cambio en Brasil, principal socio comercial argentino.
Italia, Corea del Sur e Irán reportaron incrementos en infecciones de coronavirus, lo que generó alarma de parte de la OMS, pero China alivió algunas de las restricciones al desplazamiento, incluso en Beijing, por la disminución de la tasa de nuevos contagios en el país.
El secretario del Tesoro estadounidense, Steven Mnuchin, advirtió horas antes que no es conveniente sacar conclusiones anticipadas sobre el impacto de la enfermedad sobre la economía global, o sobre las decisiones de las cadenas de suministros, al asegurar que aún es muy pronto para saberlo.
“Con el coronavirus se espera una posible desaceleración económica global, no solo en China y eso presiona al precio del crudo a la baja”, escribió el analista de mercados de la firma ActivTrades, Alexander Londoño, citado por Reuters.
Fuente: Infobae