El juicio por el homicidio en ocasión de robo de Rolando Margaría (60), ocurrido en julio de 2015, cuya audiencia debería comenzar el lunes 18 de febrero sería aplazado nuevamente. Esta vez ante el pedido de licencia de la magistrada María Ester Martínez, a cargo del Juzgado de Niñez, Juventud, Violencia Familiar y Penal Juvenil.
Cuando ocurrió el asesinato, los tres jóvenes imputados eran menores de edad.
Los acusados, cuyas iniciales son R.A.S., J.A.G y A.M.S. son defendidos por el abogado Mario Ruiz, el penalista Luis Moyano y la asesora letrada Marcela Beccaría, respectivamente. A su vez, el abogado Rubén Caffaratta, representa a la familia de la víctima. La fiscal Silvana Quaglia llevará adelante la acusación.
Consultado acerca de la posibilidad de una nueva suspensión de la audiencia, Ruíz señaló: «Estamos averiguando si se hace o no el 18 porque nos tenemos que abocar a preparar las defensas, pero no hay decisión al respecto. El juez titular del juzgado se encuentra con una licencia por un año y desconocemos si los jueces subrogantes van a realizar o no el juicio».
Posteriormente explicó que Ruth Parussia es quien se encuentra reemplazando a Martínez, «pero esta magistrada tiene a su cargo el Juzgado de Conciliación y tiene audiencias prácticamente todos los días con los juicios laborales».
Cabe destacar que el juicio por el homicidio de Margaría debería haber comenzado el 1 de agosto del año pasado pero fue postergado por problemas de salud aducidos por la magistrada. La nueva fecha fue fijada para el 17 de septiembre, también de 2018, y también fue postergada pasando para el 18 del corriente mes en donde podría volver a posponerse, con fecha incierta.
El hecho
Margaría, quien era empleado de Epec, fue asaltado el domingo 12 de julio de 2015 cuando retiraba su automóvil de la cochera de su domicilio, en la esquina de las calles Gerónimo del Barco y Panamá, en barrio Roque Saénz Peña, y falleció el 22 del mismo mes en la Unidad de Terapia Intensiva del Hospital Iturraspe.
Los presuntos autores tenían entre 16 y 17 años, dos de ellos R.A.S. y A.M.S. permanecieron varios meses alojados en el Complejo Esperanza de la ciudad. Por otra parte, el único imputado que nunca estuvo detenido fue J.A.G.
FUENTE: La Voz de San Justo
