PASO 2017: Llaryora salvó los trapos en su territorio y la tormenta inesperada que se desató en el Panal

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Las elecciones del pasado domingo dejaron varios temas que son importantes destacar. Claro, la gente de Cambiemos festejó en Córdoba y 9 provincias más. Un triunfo que lo consolidó de cara a octubre como la principal fuerza política del país y que puso sello y firma al certificado de defunción de lo que siempre conocimos como PJ.

Pero sabe “Cambiemos”, lo conocen muy bien, que los “muchachos peronistas” serán necesarios para el acuerdo nacional que se avecina post octubre. Ya lo dijo el gobernador Juan Schiaretti, que descansa sobre una enorme imagen positiva de gestión, cuando lo visitamos días pasados «No hay posibilidad de república en Argentina si no hay peronismo». Clarito.

Pero la derrota de UPC dejó un tendal de heridos y una tormenta inesperada, que ni  George Clooney hubiera imaginado en la película dirigida por Wolfgang Petersen. Una terrible supertormenta con olas de ira de más de 25 m de altura. Y era lógico. Hizo tambalear al Panal.

El gobernador Juan Schiaretti citó para hoy, en horas de la siesta, a todos los intendentes de Unión por Córdoba. Cree, y hace bien, que los intendentes y jefes comunales que tenían una responsabilidad electoral fundamental e histórica, no pudieron o no quisieron hacerla valer. Pensaban todos, puertas adentro de la casa de gobierno, que en el interior la pelea sería voto a voto. Se equivocaron feo.

Macri (no Baldassi) ganó  en 17 de los 26 departamentos obteniendo, por ejemplo, el 72 por ciento de los votos en Cañada de Luque, Totoral. Y aquí comienza la lista de heridos. Caciques, caudillos, jóvenes que el «gober» tiene (tenía) en alta consideración y ni siquiera pudieron ganar en su casa. A saber: Daniel Passerini, cuarto en la lista para precandidatos a Diputados (Cruz Alta, Dpto Marcos Juarez) donde perdió por 15 puntos. Carlos Caserio, presidente del PJ cordobés (Valle Hermoso, Dpto Punilla) donde la derrota fue por estruendosos 24 puntos.  Francisco Fortuna, ministro de Salud (Oncativo, Dpto Río Segundo) donde Cambiemos ganó por 16 puntos. Carlos Massei, Ministro de Gobierno (Monte Buey, Dpto Marcos Juárez) también quedó abajo por 15. Y la lista sigue. Y la lista es larga.

Párrafo aparte para los intendentes de las ciudades más importantes de Córdoba. ¿Que pasó con ellos? ¿Trabajaron a media máquina o no pudieron con la imagen del «presi»? En Villa María Martín Gill fue uno de los grandes perdedores: 48 a 24 a manos de Cambiemos.  Será tema de debate la histórica derrota de Unión por Córdoba en Río Cuarto, donde Cambiemos se impuso por más de 11 puntos en el bastión de De la Sota por 43% a 31%. En la ciudad cabecera, UPC le ganó a Baldassi por 631 votos (sin contar los de Rossi, porque sino…). Juan Manuel Llamosas, flamante Intendente, había ganado para el peronismo por 15 puntos hace poco más de un año. En Alta Gracia, el intendente peronista Facundo Torres debió lidiar con su antecesor, devenido en legislador Walter Saieg quién abiertamente expresó que no iba  a trabajar por Llaryora y UPC perdió  por 16 puntos, arañando el 28%. Ni en la Calera cuyo intendente es el jefe de campaña de UPC, Rodrigo Rufeil, se pudo obtener un triunfo.

En San Francisco “salvaron los trapos”. La alta imagen de Martín Llaryora y la gestión de Ignacio García Aresca, sumado al trabajo de campo de toda la militancia logró un triunfo que no dejó dudas. 51.77% de los sanfrancisqueños volvieron a decirle que sí a Schiaretti y al PJ, que mantiene su invicto desde el 2007. El Dpto San Justo también quedó en manos del PJ por más de 10 pts y allí mucho deben agradecer a la legisladora Graciela Brarda por sus interminables recorridas. Manuel Calvo y Germán Pratto, en menor medida,  también pusieron su granito de arena.

El  caso de la Capital cordobesa es otra historia muy interesante. Si bien hace rato le da la espalda al PJ, la diferencia fue arrolladora: 25 puntos por encima de la lista de UPC que llevaba dos vecinos en los puestos 2 y 3 de la lista. Alejandra Vigo y Paulo Cassinerio deberán dar algunas explicaciones.

El desafío es Octubre y Schiaretti líder de la campaña de UPC, evalúa la estrategia a seguir. Afuera Darío Lanis, principal asesor publicitario de la campaña, ya se barajan otras alternativas. “La gente está cansada de los vicios de la vieja política” dicen en los pasillos del Panal mientras miran de reojo a algunos ministros. El PJ puertas adentro, entiende que el electorado se comporta de una manera distinta al de las elecciones provinciales y municipales, por lo que descansan en la gran imagen de Juan y en que éstos resultados no serían trasladables literalmente al 2019, algo que también dijo Luis Juez desde la vereda de enfrente. “Ya está en el aire girando la moneda”, decía una vieja canción. Continuará.

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