Los republicanos conservan el control de ambas cámaras
Elecciones en EE.UU.
Así lo demuestran las proyecciones electorales. Habría un leve recorte en la de Representantes.
El republicano Marco Rubio mantuvo su banca en Florida. (AP)
En paralelo al duelo por la Casa Blanca, demócratas y republicanos vivieron ayer otra batalla crucial: el control del Congreso, algo que resultará determinante para facilitar o trabar las acciones del próximo gobierno.
De acuerdo a las proyecciones realizadas anoche a última hora por los grandes medios estadounidenses, el Partido Republicano mantendrán el control de ambas Cámaras, aunque los demócratas pueden recortar la diferencia que los separaba en la de Representantes.
La Cámara Baja estadounidense tiene 435 bancas, de las cuales 247 estaban hasta ahora en manos del Partido Republicano, y 188 en las del Partido Demócrata.
Según los datos al cierre de esta edición, los republicanos están encaminados a retener su preeminencia en la Cámara Baja dos años más, luego de que un legislador republicano retuvo un distrito altamente hispano de Florida que los demócratas esperaban apoderarse tras los comentarios divisivos de Donald Trump.
Aun así, los republicanos enfrentan una disminución de su mayoría histórica en la Cámara Baja, lo que podría dejar a los conservadores de línea dura con mayor influencia para causar fricciones con los líderes del partido.
Dado que Trump generó oposición en muchos distritos suburbanos y de diversidad étnica, los demócratas esperaban ganar una docena de bancas actualmente en poder republicano en estados como New Jersey, Virginia, Illinois, Florida, Nevada y California. Pero ambas partes prevén que los demócratas no alcanzarán a recuperar los 30 escaños necesarios para tomar control de la Cámara de Representantes.
En Florida, el representante republicano Carlos Curbelo ganó una contienda que demostró que el daño del candidato presidencial republicano sería más limitado de lo que esperaban los demócratas. En un distrito del área de Miami donde 7 de cada 10 votantes tiene orígenes hispanos, la campaña se convirtió en una de las más costosas del país, al superar los 18 millones de dólares, pero Curbelo logró afianzarse.
Los demócratas se encuentran rezagados en la pelea por Illinois, Michigan, Indiana y Virginia, las cuales serían vitales para aminorar el control republicano en la Cámara de Representantes.
Florida, en donde el rediseño de distritos ordenado por la corte causó varias contiendas competitivas, también fue el sitio de las dos primeras derrotas de titulares, ambos republicanos. La flamante política Stephanie Murphy, de 38 años, se impuso al veterano John Mica, de 73, en el área de Orlando, mientras que David Jolly perdió su banca de St. Petersburg ante el demócrata Charlie Crist, alguna vez gobernador republicano del estado.
En Florida también se destaca la reelección del senador republicano Marco Rubio, así como la de su compañero de partido Robert Portman en Ohio.
En el Senado, en tanto, se renueva un tercio de las 100 bancas que la componen. Los demócratas aspiraban a apoderarse de la Cámara Alta y así tener un mayor margen de poder, más allá del triunfo o derrota de Hillary Clinton. Allí se pueden negociar cuestiones clave como la definición del presupuesto nacional o el ascenso de jueces del Tribunal Supremo estadounidense. Sin embargo, los números mostraban que los republicanos seguirán dominando el recinto.
El actual presidente, Barack Obama, obtuvo su histórica victoria en 2008, y además su partido logró hacerse con el poder en el Legislativo, lo que permitió al mandatario contar durante dos años con el favor del Capitolio para avanzar su agenda.Pero luego perdió ambas Cámaras y de esa manera los republicanos pudieron entorpecer o modificar las leyes propuestas por la administración del demócrata.
Los republicanos conservan el control de ambas cámaras
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