Nuevo «método» de delincuencia

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Un insólito hecho delictivo se produjo esta semana. La propietaria de una Panadería habría sido dormida por una clienta para robarle. Fue a través de un café que le ofreció en agradecimiento por su atención. Luego faltaron mil pesos de la caja. Durmió casi un día completo internada en el Hospital.

 

El hecho ocurrió el pasado martes y fue protagonizado por Verónica Perez, propietaria de una Panadería ubicada en pleno centro. La situación fue denunciada ante la Subcomisaría Devoto que ya investiga el extraño suceso, siguiendo directivas de la Fiscalía que entiende en la causa.

Cabe destacar que la notificación a la Policía no fue inmediata porque cuando Verónica es internada se encontraba inconsciente y sólo reaccionó muchas horas después (durmió casi un día completo).

Inicialmente le diagnosticaron anemia y supusieron que dormía por stress. Solo después, al no encontrar la recaudación del día comenzaron a sospechar, y más aún cuando se prolongaban las horas de sueño. Cuando Verónica despertó y contó lo poco que recordaba, se dieron cuenta de que podía ser un extraño robo y dieron parte a la Subcomisaría Devoto.

Cabe destacar que Policía Judicial en Córdoba está realizando los análisis en su Laboratorio Químico, para determinar si Verónica habría ingerido, sin saberlo, algún tipo de somnífero, que podría haber estado en el café que la anónima clienta le ofreció desencadenando toda la historia que aquí transcribimos:

 

El martes por la mañana, siendo las 10 hs. aproximadamente, entra a la panadería una mujer, rubia de unos 50 a55 años, con dos jarritos de café diciendo que los trae en agradecimiento de la buena atención que recibe siempre en ese negocio y muy especialmente por la rica torta que había llevado y lo bien que había quedado con las personas con las que la compartió.

A la propietaria, o no le resulto familiar la cara pero no desconfió porque pensó que esta mujer podía haber sido atendida por su hermana o bien por la empleada que tiene a la mañana que se llama Valentina. Se puso a tomar el café con la mujer, mientras conversaban del negocio, del pueblo, de los productos.

Verónica recuerda que después de eso atendió a dos clientes más y comenzó a sentirse muy mal, como desvanecida y después de eso no recuerda nada con exactitud.

Según se pudo determinar ella fue llevada al hospital adonde llega desvanecida pero al despertar horas después recuerda que allí le preguntaban que había comido, que había ingerido, si tomaba drogas o alguna medicación.
Después de eso se despierta aproximadamente a las 19hs. Aparentemente en el Hospital le hicieron análisis de rutina y allí se detecta que estaba anémica, por lo que al despertra los médicos le dijeron que ella estaba muy anémica, seguramente estresada, que debía cambiar un poco el ritmo de vida y que lo sucedido era producto de un cansancio extremo.
Una de sus hermanas, mientras Verónica estaba despierta le preguntó adónde había dejado la plata de la caja, la recaudación de la mañana que no podían encontrar. En ese momento se dan cuenta de que les habían robado. No lo saben con exactitud pero estiman que faltaron unos $1000.  

Tras esta breve conversación Verónica volvió a dormirse, hasta la mañana del día siguiente, 24 horas después de haber ingerido el misterioso café. En ese momento fue dada de alta.
Ese día, Verónica y sus familiares comienzan a armar lo sucedido, ella  fue a la Terminal a preguntar si habían visto a esa mujer que ella describe y le dicen que sí,  que esa mujer había estado el día anterior en el pueblo, que la primera vez que fue a la terminal pidió que le vendieran dos cafés, pero que  no lo hicieron porque no la dejan ingresar al lugar ya que estaría vinculada con un robo que ellas sufrieron.

Más tarde la mujer volvió a la Terminal y les pidió un remisse. Fue Bessone quien aparentemente la llevó hasta Jeanmaire.

Verónica se puso en contacto también con el Bar Biolatto, en donde efectivamente la mujer había comprado los cafés y dicen que después devolvió las dos jarritas, se fumó un cigarrillo en la puerta del bar y se fue, allí nadie noto nada raro.
La denuncia fue realizada y el día jueves se le tomaron muestras de sangre a Verónica para nuevos análisis ordenados por la Fiscalía para intentar detectar qué sustancia puede haber tenido en la sangre. Los resultados estarían entre martes y miércoles.
Para terminar de armar un cuadro insólito, Verónica entre jueves y viernes se fue enterando de cosas que sucedieron mientras ella estaba inconsciente, como por ejemplo un cliente que le contó que él fue a comprar esa mañana y no la vio a ella, había una mujer rubia a la que le preguntó por la panadera y la mujer le dijo que estaba ahí atrás porque se había descompensado, le dijo al cliente “pobre chica, es diabética como la madre”. Aparentemente la mujer habría atendido a algunos clientes, vendiéndole lo que buscaban y cobrándoles.
Cabe destacar que Verónica fue llevada al Hospital por el servicio de M24 al que habría llamado una clienta que llegó a la Panaderia y la vio descompuesta.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Fuente: Devoto Digital

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