Así se conoció la primera información sobre la muerte del fiscal Alberto Nisman el domingo por la noche. Cuatro días antes de que declarara en el Congreso sobre la supuesta vinculación de la presidenta Cristina Fernández y miembros de su gobierno en el caso AMIA.
A través de Twitter, el periodista Damián Pachter, redactor del periódico Buenos Aires Herald, informaba al mundo entero del fallecimiento de una persona clave para esclarecer los hechos. Cuatro días después, este mismo periodista tuvo que salir del país. «Me voy porque mi vida corre peligro», adelanta el diario Clarín que conversó con Pachter.
Volverá al país «cuando mis fuentes digan que las condiciones cambiaron. Pero no creo que sea durante este Gobierno. Me mandaron una indirecta. Tuve que dejar el laburo. Me fui a la mierda, calladito, y dejé el auto ahí. El auto sigue en el estacionamiento de mi trabajo».
«Mis teléfonos están pinchados y tenía gente esperándome en mi casa», señaló Pachter, quien decidió pasar a la clandestinidad el jueves a la noche. «Ni siquiera tuve tiempo de ir a mi casa, no pude agarrar ropa, ni plata», explicó. Y antes, de partir, dijo: «Es el laburo que hacemos y estoy pagando ese precio».
