Guillermo Barros Schelotto va con Tevez de 9 y un mediocampo inédito. Marcelo Gallardo guarda a Pratto pero pone lo mejor que tiene.
El encuentro se disputará hoy domingo 21 a las 22:10, en el estadio José María Minella de Mar del Plata. La televisación será por Fox Sports Premium, restringida para quienes hayan contratado el abono del fútbol.
Lo cierto es que la expectativa no distingue si se trata de un encuentro de preparación (el tercer juego de pretemporada para los de Guillermo y el segundo de los dirigidos por Gallardo) que no otorga título alguno. El encuentro de hoy, el primer mano a mano del año, tampoco suma puntos para la Superliga ni se trata un cruce copero. Pero ahí están, unos y otros, declarando que es un partido que marca estados de ánimo, que es justo el último ensayo antes del reinicio de la competencia oficial y que, más allá de ajustar piezas del ensamblaje, también puede servir como antesala a lo que será la Superfinal del 14 de marzo, un partido que ambos tienen fijado en la mente. El de hoy será, al cabo, un aperitivo con el que ninguno quiere indigestarse.
Para los entrenadores tampoco resulta apenas un banco de pruebas, aunque del lado de Boca haya una decisión de preservar a varios titulares para el choque ante Colón del sábado que viene. Tiene cierta lógica: los de Barros Schelotto son líderes de un torneo que puede empezar a definirse antes del estreno en la Libertado- res 1 de marzo) y no puede permitirse resignar puntos. Del otro lado, el Muñeco fijó la Superfinal con Boca como la prioridad en el semestre, seguido por la Copa (se cortará en instancias de octavos por el Mundial) y luego sí, sumar y sumar en la Superliga que lo halla a 15 lejanas unidades de la cima.
En Boca habrá una variante en el esquema. Del nuevo 4-2-3-1 que empezó a aceitarse con el retorno de Tevez se pasará al 4-3-3 preferido por el DT. Y más allá de la dupla de centrales titular, en cada lateral estarán las alternativas (Peruzzi y Mas); en el mediocampo aparecerá Buffarini y el juvenil Julián Chicco será el cinco de recuperación. Nandez completará la mitad de la cancha combativa pero con poco de conocimiento entre las partes. Arriba, Pavón y Espinoza serán las alas para abastecer a Tevez, quien volverá a jugar de nueve, un sitio en el que Guillermo lo usó en 2016.
En River sólo faltarán las incorporaciones millonarias ( Armani y Pratto están entre los concentrados) para que sea el 11 ideal del Muñeco. El cuestionado Lux estará en el arco, seguirá Martínez Quarta como zaguero central junto a Pinola. La mitad de la cancha será la mejor posible: Nacho Fernández, Ponzio y Enzo Pérez deberán imponerse en una línea del campo en el que Boca eligió improvisar. Al lado de Scocco jugará Borré, de gran pretemporada, aunque se espera que Pratto, el goleador por el que en Núñez pagaron 11.5 millones de euros, tenga minutos de juego.
Fuera de la cancha, los entrenadores también empezarán un año que les plantea objetivos grandes. Ídolos en sus clubes, también tienen un partido entre ellos. Guillermo, el más pícaro de los Superclásicos como jugador (ganó seis, igualó siete, perdió cinco -uno fue con clasificación a la final de la Libertadores- y marcó cinco goles) también tiene ventaja en los mano a mano oficiales contra Gallardo como entrenadores.
En 5 partidos, el Mellizo logró dos victorias, dos empates y sufrió una caída. En el pergamino de Gallardo hay más títulos y aquello que le valió el rótulo de Napoleón: fue el artífice de las dos clasificaciones en los torneos internacionales (Sudamericana 2014 y Libertadores 2015). En el balance oficial contra Boca sigue abajo: cuatro caídas, cinco empates y triunfos.
