Una vez más, un aniversario sirvió de excusa. Los 30 años del lanzamiento de Signos no podían pasar desapercibidos y así lo sintió la gente de Movistar FRI Music que armó un line up eterno para celebrar la historia de Soda Stereo. La lista de artistas que participó del evento fue abrumadora. Repartidos en tres escenarios, bautizados Zoom, Primavera y Signos, todos cumplieron con la consigna: reversionar a los homenajeados.
Probablemente los más osados hayan sido, Satélite 23, uno de los proyectos alternativos a Miranda! de Ale Sergi, que loopeó temas de Soda entre las bases de sus propias canciones, e hicieron una reinterpretación electro a lo Chemical Brothers de «No existes», la misma canción que Zeta Bossio tocó con su banda Shoot The Radio. El bajista la fundó el año pasado de la mano del ex Los Sueños de Anderson, Fernando Montemurro, con la idea de poder participar tanto de festivales electro como rockeros y sumar a cada fecha un arsenal de invitados. Esta vez, ese honor lo tuvieron Gillespi y Carlos Alomar, quien fue el productor del disco Doble vida y lleva la asombrosa cocarda de haber sido el guitarrista de David Bowie en una de las épocas más interesantes del cantante.
El encargado de quitarle la respiración a los fans fue Benito Cerati. Cuando el heredero pisó el escenario con su banda Zero Kill, muchos se quedaron impactados. Y es que el parecido físico a su padre y el drama personal que le tocó vivir despertaron una reverencia particular, y todos lo escucharon atentamente. Pidió disculpas por no cumplir la consigna, ya que él no homenajeó a Soda, sino a su papá Gustavo. Eligió «Perdonar es divino», del disco Bocanada. Su hermana Lisa, su madre Cecilia y su tía Laura lo aplaudieron desde abajo.
Los más celebrados fueron Richard Coleman y Leo García, que apareció vestido como una suerte de Jesucristo, con cabellera color chocolate y un tocado de laureles dorados. Leo hizo cuatro versiones impecables con un sentimiento innegable: «Prófugos», «Imágenes retro», «Hombre al agua» y «Primavera 0». Los que despertaron fervor con su cover fueron los Illya Kuryaki que respetaron los arreglos originales y aun así supieron imprimir su estilo al hitazo «Ella usó mi cabeza como un revolver». Los fans de Soda, agradecidísimos. Algunas horas antes Massacre se sumó a la ola de homenajes con una versión potente del que fue probablemente el tema más versionado de la jornada, «Prófugos».
El cierre arrancó lágrimas. Luego de la presentación de Juanes, Cafe Tacvba tomó el escenario y después de hacer su magnífico show, con coreografías incluidas, hizo subir al escenario a los artistas que ya habían tocado para entonar a lo «We Are the World» el mayor hit de Soda: «De música ligera». Cuando sonó el primer riff, el predio se llenó de pelotas inflables de Movistar que transformaron el evento en una fiesta, aunque se sintiera la ausencia del maestro de ceremonias. «Donde quieras que estés Cerati. Gracias totales» fue la frase que cerró el encuentro y un día conmovedor.
De este modo, Movistar volvió a cumplir con uno de los retos de la nueva era: generar una relación con sus clientes alimentando artistas nuevos, creando eventos conmovedores y apostando a sumar a la vida cultural de la ciudad. El Movistar FRI Music, que busca ser sinónimo de conexión y vanguardia, es solo una manifestación más de las intenciones de la marca de aportar a la escena rockera. De hecho, Movistar también cuenta con una app para que nuevos artistas puedan difundir sus propuestas. Se llama FRI Music y está disponible para todos los sistemas operativos. Algunas de las bandas presentes en ese espacio virtual, fueron seleccionadas para participar de este evento.
Movistar FRI Music celebró a Soda Stereo
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