Se trata de diez contratados que fueron dados de baja. Desde la empresa aducen «una notoria disminución en la actividad» productiva de la empresa.
La empresa Centro Karikal despidió a diez empleados que revestían el carácter de contratados, justificando una pronunciada baja en la producción que se acentuó en los últimos días.
De esta manera, la crisis económica imperante en el país continúa sumando pérdida de empleo en la ciudad. Cabe recordar que días pasados se tomó conocimiento del despido de 7 trabajadores metalúrgicos y 3 madereros de la empresa Aimaretti S.A, a partir de una importante disminución en el nivel de actividad.
En el caso de la empresa Centro Karikal, que actualmente tiene un plantel de trabajadores dedicados a la producción de laminado plástico y pisos de madera, la decisión de prescindir de esta decena de trabajadores contratados obedece precisamente a una disminución en el nivel de actividad.
El gerente comercial de la firma, Hugo Bachmeier, dijo que los despedidos fueron contratados: «En su momento tomamos muchos contratos en las vacaciones porque teníamos trabajo y gente con licencia. Los mantuvimos hasta ahora y como acción preventiva y ante la incertidumbre respecto del futuro próximo hemos decidido interrumpir la relación contractual».
Recordó además: «Nosotros no vivíamos una situación como esta desde el año 2001, en oportunidad en la que tuvimos que bajar a una planta de personal de 80 empleados cuando antes teníamos 126 con los contratados y actualmente estaremos en los 115 trabajadores».
Luego, Bachmeier justificó esta medida ante «una notoria disminución en la actividad» productiva de la empresa y reconoció que «en diciembre del año pasado hicimos un mal pronóstico respecto del futuro inmediato. Al 15 de ese mes habíamos previsto un crecimiento en las ventas que se estimaba entre un 7 al 8% real en unidades o del 15 al 20% por la inflación. Preveíamos aumentar nuestro volumen comercial con Brasil al doble mientras que la realidad mostró que el aumento en las ventas no fue real, se mantiene en pesos igual que el año pasado, es decir que nos estamos comiendo un 25% de inflación, que si bien facturamos el mismo dinero, fabricamos menos cantidad de unidades».
A su vez definió a mayo como un mes «muy caótico» para las empresas porque «además de pasar esta situación muy perjudicial, coincidió con la huelga de los camioneros en Brasil. Esto hizo que nos queden 2 millones de pesos en mercadería que no pudimos despachar hacia Brasil. También, cuando el dólar trepó de 20 a 25 pesos estuvimos una semana entera sin vender nada porque no teníamos precios y recién en los últimos días del mes empezamos a notar cierta mejoría en los pedidos».
Más allá de la preocupante situación, Bachmeier se mostró confiado: «Vamos a poder revertir esta situación».
FUENTE: La Voz de San Justo