El delantero de la Selección de Inglaterra, junto a otros jugadores de su equipo (John O’Shea, Sebastian Larsson y Vito Mannone), fueron a visitar a Bradley Lowery, un niño hincha del club que sufre de un neuroblastoma.
Lo cierto es que el pequeño tomó un cariño especial por Defoe durante la visita y le pidió que no se fuera. Conmovido, el jugador de 34 años no dudó y se recostó en la cama junto a Bradley, al que se quedó acompañando toda la noche.