Un líder mesurado, católico y de orígenes nobles
Paolo Gentiloni
El nuevo premier integra el ala moderada del Partido Democrático. Como canciller, apoyó el diálogo con Cuba e Irán. Y defendió las posiciones del Papa.
Con el nombramiento de Paolo Gentiloni como primer ministro, Italia gana un líder discreto al que se le atribuyen un espíritu mediador, autocontrol y racionalidad. Todo un cambio de estilo frente a su entusiasta joven predecesor, Matteo Renzi.
Reconocible por sus gafas muchas veces ladeadas y su densa mata de pelo cano, este político de 62 años ha sido durante dos años un fiel ministro del Exterior en el gabinete saliente de Renzi. Romano y nacido en el seno de la noble familia Gentiloni Silveri de la ciudad de Tolentino -una de las ciudades castigadas por los últimos sismos-, el premier coqueteó con la izquierda radical en su juventud antes de unirse a la política “mainstream”. Perteneciente al ala moderada del Partido Democrático, Gentiloni es un católico progresista que desafió la línea del Vaticano contra el matrimonio gay y que creó la ley para limitar la influencia de los medios en la política local. La norma fracasó por la caída del gobierno de Romano Prodi y la reelección del ex premier Silvio Berlusconi.
Con reconocidas dotes como mediador, Gentiloni fue uno de los fundadores del Partido Democrático. Ahora hereda la jefatura del Gobierno italiano con la bendición de su antiguo jefe y amigo, Matteo Renzi. Tendrá que hacerse cargo de un país al borde de una gran crisis bancaria. Aunque no posee conocimientos específicos de economía, su falta de experiencia en asuntos exteriores no le impidió hasta ahora ser un ministro competente en la materia.
Trabajó para estabilizar Libia y encontrar una salida a la crisis migratoria. Tiene una relación estrecha con el secretario de Estado norteamericano, John Kerry, y es amigo personal del canciller ruso Sergei Lavrov. Gentiloni ha sido una de las voces más fuertes de su país en apoyar el Pontificado de Francisco en los últimos años, en especial por las posiciones del Papa sobre los refugiados, la crisis europea, el auge nacionalista, y el alza de la pobreza en el mundo globalizado. Gentiloni fue el primer canciller europeo en viajar a Cuba tras el “deshielo” con los Estados Unidos. Durante su gestión estuvo dos veces en Irán, país con el que favorece un mayor diálogo.
En lo privado, el político es un aficionado al tenis y al póker y un “tifoso” del club de fútbol Juventus. Gentiloni habla inglés, francés y alemán y está casado con una arquitecta con la que no ha tenido hijos. w
Source: Internacionales