Por el hecho hay cinco personas imputadas, de las cuales una sola -un expolicía- permanece detenido. Se trata del excabo Mariano Valero (28), quien fuera apresado por orden del fiscal Oscar Gieco el 8 de octubre pasado en el domicilio de calle Lamadrid al 3100 en San Francisco, en donde residía junto a su familia.
Consultado el fiscal indicó que Valero continúa detenido en Bouwer con la prisión preventiva firme. “En su momento los abogados defensores del expolicía apelaron esta decisión, pero el juez de Control Guillermo Rabino decidió confirmar la prisión preventiva y por ello es que ahora está al aguardo que la causa vaya a juicio”.
Gieco agregó que para elevar la causa a juicio restaría aprehender a un sexto sujeto que se encuentra prófugo. “Estamos al aguardo de poder detener al último prófugo a los fines de poder cerrar la investigación, de todos modos”, señaló el fiscal.
Valero, quien fue dado de baja en el último trimestre del año pasado, a raíz de una denuncia radicada en el Tribunal de Conducta Policial y Penitenciario, fue imputado como supuesto autor del delito de “partícipe de robo calificado por escalamiento o efracción en lugar poblado y en banda, agravado por su condición de integrante de las fuerzas de seguridad policía”.
El caso
Como se recordará, ni bien ocurrió el robo a las oficinas de la mutual de Devoto -como se conoce a la Sociedad Cosmopolita de Devoto- se inició una investigación que llevó a los uniformados a la ciudad de Río Cuarto, donde fueron detenidos Sergio Brondo (36), Cristian Ortiz (37), Mariano Rivarola (35) y Humberto Nieto (52), quienes se encuentra en libertad ya que fueron excarcelados por la Cámara del Crimen de Bell Ville, desde donde se fijó una caución juratoria en dinero. A este tribunal habían recurrido sus defensores luego de que el fiscal dictara la prisión preventiva de los cuatro hombres y el juez de Control de nuestra ciudad ratificara la misma. No obstante, “estas personas continúan relacionadas a la causa ya que están en calidad de coimputados”, graficó Gieco.
El robo a las oficinas centrales de la entidad mutualista –en calle San Martín al 200, en pleno centro del pueblo- les reportó a sus autores un botín que superó los 300 mil pesos. Desde un primer momento se sospechó que esa noche hubo •zona liberada” lo que permitió que los presuntos autores pudieran ingresar sin mayores inconvenientes al edificio.
Al parecer los malvivientes también contaban con una acabada descripción del interior del local y lograron sortear las cámaras de seguridad para poder llegar a la caja fuerte.
Esa noche, Valero se encontraba de guardia en la subcomisaria local. De acuerdo a la investigación, esa madrugada el móvil estuvo estacionado enfrente al edificio de la Parroquia San José y cuando pasó frente al local de la mutual dijo no haber visto la puerta abierta. Precisamente, un peatón cerca de las seis de la mañana advirtió ese detalle dando aviso a la policía.
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