El joven de 30 años, identificado como Juan Manuel Ocaño, fue asesinado ayer en barrio San Cayetano de dos disparos en el pecho tras mantener, aparentemente, una discusión con quien sería su cuñado, el supuesto autor del ataque.
El hecho de sangre sucedió alrededor de las 19.45, en calle Brigadier Bustos 1645, entre calles Italia y Guatemala, en la vereda de la vivienda en la que al parecer vivía la víctima.
Al cierre de esa edición impresa, el homicida continuaba prófugo y era intensamente buscado por la policía de nuestra ciudad en barrio Acapulco, en Josefina, bajo las órdenes del fiscal de Asuntos Complejos Bernardo Alberione, que entiende en la causa.
Si bien hoy se conocería el resultado de la autopsia del cuerpo practicada en la morgue judicial del Hospital “J. B. Iturraspe”, los investigadores informaron a LA VOZ DE SAN JUSTO que uno de los proyectiles impactó a la altura de la tetilla izquierda del cuerpo de la víctima, lo que le produjo la muerte de manera instantánea.
El fallecido es hermano de Raúl Octavio Ocaño (46), quien el 1º de noviembre, tras una prosecución policial, fue detenido por presunto abuso sexual en perjuicio de una niña de 10 años, la nieta de su concubina, en un domicilio de calle Carlos Gilli al 2400 de barrio Jardín. Raúl Ocaño, en esa oportunidad, había amenazado con apuñalar a un policía y le propinó un golpe de puño a otro. Permanece alojado en la cárcel local imputado como supuesto autor de “corrupción de menores, abuso sexual calificado, lesiones graves y resistencia a la autoridad”.
No obstante, este último caso no tendría conexión con el crimen de su hermano. En este caso, podría tratase de un ajuste de cuentas la causa de la pelea que desencadenó en los disparos mortales.