Buscar comida en la basura, la única salida para millones de venezolanos

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Buscar comida en la basura, la única salida para millones de venezolanos

Drama en Venezuela

Unos 2,5 millones de venezolanos, un 8% de la población, no tienen otra opción para alimentarse, en medio de la pobreza y la escasez de alimentos.

Búsqueda. Jóvenes revuelven bolsas de basura, en Caracas, tratando de encontrar algo de comida. /JUANO TESONE

Búsqueda. Jóvenes revuelven bolsas de basura, en Caracas, tratando de encontrar algo de comida. /JUANO TESONE

Las madres con sus nenes pequeños corren hambrientas para comer de la basura. Están a la caza de las bolsas de comida desechable y cajas de desechos que botan los restaurantes, panaderías y los supermercados antes de ser engullidos por los camiones de aseo.

Son 2,4 millones de venezolanos, que representan el 8% de la población en el nivel de la miseria, los que comen de la basura, según el último estudio de la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB) sobre la pobreza en Venezuela que ha aumentado al 80% de sus 30 millones de habitantes.

Al principio se veía a los habituales mendigos o los jóvenes desempleados que hurgaban en los pipotes o contenedores de basura pero ahora son familias enteras, que incluso se pelean por obtener la mejor presa o botín entre los desperdicios.

Las imágenes conmovedoras de venezolanos comiendo de la basura son inéditas en el país más rico por sus reservas petroleras de América Latina que ahora vive la peor crisis económica y financiera de su historia. Es común ver a los niños mendigando por un pedazo de pan en todas partes, no solo en las urbanizaciones de la clase media.

El sociólogo Luis Pedro España, experto y analista de temas de pobreza y director del Instituto de Investigaciones Económicas y Sociales de la UCAB, hizo un estudio dramático de la situación y alertó a los políticos de la oposición.

El estudio fue realizado en 1.099 hogares entre julio y agosto de este año donde se reveló que tanto niños como adolescentes temen quedarse sin alimentos en sus casas, lo que antes no era motivo de preocupación.

Desechos. Dos hombres se llevan frutas y verduras desechadas en el mercado Coche, en Caracas, meses atrás. /AP

El deterioro se acelera a un ritmo supersónico mientras que la solución va a paso de burro. Desde hace tres años, refiere el sociólogo, se viene en decadencia, y “lo que pinta para el año que viene no luce en absoluto diferente, porque esta es una situación que nunca antes habíamos vivido, y que en los venezolanos se está repitiendo miles de veces”.

España está convencido de que las decisiones políticas han hecho a los venezolanos más pobres. Y acota que “es tan evidente que cualquier venezolano lo sabe, porque el hambre y la pobreza se convirtieron desde hace tiempo en un problema político”.

Califica como “escandaloso” el hecho de que ocho de cada 100 venezolanos comiencen el día con una batalla por la basura. Dice que en el instituto que dirige están midiendo esa situación con encuestas mensuales en donde se le pregunta a la gente “si han adquirido alimentos desechados por otras personas, y eso ya llega a una cifra muy grande”.

Esto es, dice España, lo que debería mover la sensibilidad de cualquier gobierno que dice que está a favor del pueblo, “pero lo que hay es indolencia y se piensa que eso es como un ataque político. Todo lo reducen a ‘ataque político’ o a ‘ventaja política’”. Lo lamentable es que mientras las situaciones se sigan manejando así, el sociólogo sostiene que los venezolanos seguirán comiendo de la basura por tener hambre o se reportarán hechos como los que ya se conocen, de muerte de niños por desnutrición.

Si se trata de la pobreza de ingresos de los venezolanos, la cifra es 80 por ciento, “con total claridad” y eso, a juicio de Luis Pedro España, “es más o menos un techo”.

El experto también se refirió a la pobreza estructural o extrema, que está en el orden del 35% en el país, y lo peligroso es que va aumentado porque los hogares comienzan a tomar decisiones con sus ingresos “que los anclan más en la pobreza”.

Además de la falta de comida, la escasez de medicinas y la debilidad física de los niños y adolescentes hacen que la salud y la alimentación sean los principales motivos para ausentarse de la escuela.

El jefe de fracción de la bancada opositora en Asamblea Nacional, Julio Borges, aseguró que la gestión Nicolás Maduro es “enemiga de los venezolanos”, porque ha sumido al país en el “hambre, la pobreza y la corrupción”. Calificó de injusto que en los últimos tiempos el 68% de la población se haya visto en la necesidad de pedir dinero prestado para poder comer.

Botín. Un chico lleva, entre la ropa, algo de fruta que pudo rescatar de la basura en un mercado en Caracas. /AP

El diputado responsabiliza a Maduro de la crítica situación. “Es criminal que después de una bonanza el principal problema de los venezolanos sea el acceso a la comida, no hay justificación alguna para que ese 8% de los ciudadanos esté comiendo de la basura o pidiendo limosna para poder alimentarse”.

Para enfrentar la escasez de alimentos, el presidente Maduro ha creado las bolsas de alimentos denominados “Clap” (Comités Locales de Administración y Producción) al estilo de los viejos Soviets y CDR cubanos.

Para Jesús “Chúo” Torrealba, los Claps serán una política permanente de Maduro, pues eso significa, a su juicio, que “el hambre se queda y será estructural”. Sigue el esquema de dominación por la vía del hambre y la represión, que quede claro, acotó, al tiempo que destacó que los CLAP “son un instrumento para administrar el hambre” con “criterio politiquero”.

Marlene Mora, activista de ProCatia, denunció que en el sector Los Frailes las bolsas de los CLAP han llegado solo tres veces este año. “No es posible que haya personas de la tercera de edad a los que no le llegan las bolsas”, apuntó, al tiempo que se quejó de cómo varía el precio, pues el costo puede llegar hasta 8 mil bolívares.

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Sofía de Pasquale, dirigente de El Junquito, dijo que a los habitantes de las zonas rurales les toman fotos a la hora de venderles las bolsas y que les han informado “que si un ciudadano no tiene 6 meses de residencia no puede recibir las bolsas”, ni tampoco las personas solteras.

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Source: Internacionales

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