Asoma un conflicto de intereses entre Trump, sus hijos y el futuro gabinete

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Asoma un conflicto de intereses entre Trump, sus hijos y el futuro gabinete

Estados Unidos

Es porque se harán cargo de las empresas del padre y, sin embargo, participan en reuniones oficiales del presidente electo.También intervinieron en la designación de ministros.

En familia. El electo presidente de Estados Unidos, Donald Trump, tiene cinco hijos (Reuters).

En familia. El electo presidente de Estados Unidos, Donald Trump, tiene cinco hijos (Reuters).

Nadie lo dice con todas las letras. Pero el concepto de “nepotismo” comienza a resonar con fuerza en Estados Unidos a la hora de calificar la forma de gobierno que asoma con el presidente electo Donald Trump. El problema es la contradicción que aparece cada vez de un modo más flagrante. El magnate afirmó en varias ocasiones que sus hijos mayores serán quienes administren sus negocios cuando asuma en la Casa Blanca. La idea era despejar inquietudes por conflicto de intereses con su emporio económico. Sin embargo, sus descendientes adquieren al mismo tiempo un rol cada vez más prominente dentro del proceso de transición de gobierno.

Hasta ahora, el equipo de Trump es impermeable a las críticas. Defendió el rol de Donald Trump Jr. y Eric Trump como miembros oficiales del comité ejecutivo de traspaso del poder y subrayó que han sido transparentes al respecto desde el principio. Pero los ejemplos de intromisión abundan y dan pasto a los que hablan de “un gobierno de la familia”.

Ayer, por ejemplo, los dos hijos mayores de Trump, además de su hija Ivanna y su yerno Jared Kushner, participaron del encuentro cumbre con los líderes Hi-Tech de Silicon Valley en la Trump Tower. En esa reunión con un área vital de la economía de Estados Unidos, Trump trató de acercarse al sector motor de la innovación global con el que cruzó dardos durante la campaña. En otro de los ejemplos citados por los críticos se afirma que Trump Jr. tomó parte de las llamadas telefónicas con múltiples candidatos a puestos claves de la administración que se inaugura el 20 de enero y de las entrevistas que mantuvieron con Donald Trump.

Ivanka Trump y su marido Kushner asistieron además a la reunión de Trump con el primer ministro japonés Shinzo Abe en la Trump Tower el mes pasado, la primer reunión oficial que mantuvo el magnate como presidente electo.La hija de Trump habló además con el presidente de Argentina, Mauricio Macri, cuando el mandatario sudamericano llamó para felicitar al empresario neoyorquino por su triunfo en las elecciones presidenciales.

Fuentes citadas por ABC News aseguran que el equipo de transición está presionando para que Ivanka Trump reciba una espaciosa oficina en el Ala Este de la Casa Blanca. “Esto es falso”, dijo Hope Hicks, la vocera de Trump, a la cadena ABC News. “No hubo decisiones al respecto sobre la participación de Ivanka”, señaló.

Días atrás, Trump había confirmado a la CNNque dejaría todos sus negocios antes de asumir y los traspasaría a sus dos hijos Donald Jr y Eric. “Durante mi mandato no se cerrarán nuevos negocios”, aseguró. La cadena CNN informó que los negocios del empresario involucran a 500 compañías en 25 países. Kushner e Ivanka Trump (ambos de 35 años) tienen sus negocios fundamentalmente en Nueva York. Tienen planeado mudarse a Washington cuando Trump asuma. La mudanza les permitiría un acceso más fluido a la Casa Blanca, lo que a su vez alimenta más los reproches.

La polémica sobre los hijos de Trump se monta sobre otra, ligada a los nombres convocados por el presidente electo para formar su gabinete. Se trata de individuos del riñón del establishment y prominentes empresarios cuyos intereses parecen contradecir la visión universal que debe encarnar el Estado. Uno de los últimos nombramientos, y de extrema importancia por tratarse del futuro canciller, es el del CEOde Exxon Mobil, Rex Tillerson, amigo del ruso Vladimir Putin y al mando de una megacompañía que ha sido capaz de contravenir los intereses de su propio Gobierno en Irak, donde se alió con los kurdos en detrimento de las autoridades de Bagdad.

En la próxima Administración serán numerosos los negacionistas del cambio climático, entre ellos, el secretario de Energía, Rick Perry, quien quería eliminar el ministerio que va a dirigir ahora cuando fue candidato en las primarias republicanas; y Scott Pruitt, a cargo de Medio Ambiente, quien declaró que nunca había creído en las políticas conservacionistas que ha trazado esa agencia con Barack Obama. La frutilla del postre se conoció ayer con Ryan Zinke, en cuya designación participó Trump Jr., que estará al frente de la Secretaría de Interior encargada de custodiar los recursos naturales. El nuevo ministro se declaró a favor de aumentar las exploraciones petroleras y la minería en esas tierras.


Source: Internacionales

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