Se trata de un procesador de U$S10 mil que Francisco perdió al regresar del Jardín en La Plata. El nene de 6 años tiene hipoacusia bilateral severa y es con ayuda del mecanismo que puede escuchar. Al parecer se quedó dormido en la combi que lo traía de regreso a su casa y ahí lo perdió.
Todo un barrio está movilizado en la búsqueda del procesador que ayuda a Francisco a escuchar. Se trata de un nene de 6 años que tiene hipoacusia bilateral severa y es con la ayuda de ese equipo, que cuesta 10.000 dólares, puede escuchar.
Según creen los padres, el menos se quedó dormido en el viaje y el aparato, como tiene un imán, se quedó pegado adentro. Francisco no se dio cuenta y cuando bajó del vehículo empezó a desesperarse porque no podía escuchar nada.
Juan Vega, tío de Francisco, contó al diario El Día que “el jueves pasado, cuando mi sobrino volvió del Jardín Nuestra Señora de la Merced -26 y 41- hasta su casa de Olmos, se durmió y perdió el equipo. Dimos vuelta el transporte escolar, buscamos en varias casas de los compañeritos del transporte, fuimos a la escuela. Revisamos todo pero no lo pudimos encontrar. Ahora hay que esperar que se le haya caído en la camioneta y otro niño sin querer lo pateó y se cayó a la calle, o bien que aún haya quedado dentro de una de las mochilas de los chicos que iban con él y los padres aún no hayan revisado y de esta manera podríamos recuperarlo”.
En la familia de Francisco están desesperados porque no tienen los recursos necesarios para poder comprar otro equipo. Es que tendrían que juntar 150.000 pesos para comprar uno nuevo.
Pablo, papá de Francisco, es sodero y la mamá empleada de comercio.Entre los padres, los tíos y los abuelos del chico se ayudan habitualmente para conseguir el dinero para el mantenimiento del equipo o realizar alguna reparación. “Ya en una oportunidad hubo un problema con el equipo y por mínimo que fuera la reparación significó 5.000 pesos”, cuenta Vega.
La familia tiene la obra social IOMA. “Una chance es que nos den un equipo reparado para salir del paso hasta que se pueda conseguir el que perdió Francisco o bien comprar otro. Ahora mi sobrino está lloroso y los padres están destruidos. El hace un esfuerzo enorme por comunicarse, pero este fin de semana la pasó bastante mal”, agregó el tío.
Francisco tuvo un implante coclear cuando tenía apenas un año. El procesador tiene un amplificador y le permite escuchar con total normalidad. Francisco, va al Jardín Nuestra Señora de la Merced con un programa de integración y también va los viernes al Instituto Próvolo para reforzar su mejoría.
Desesperada búsqueda de un aparato que ayuda a un nene a escuchar
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