El estreno de Dos tipos peligrosos (The Nice Guys) con Russell Crowe y Ryan Gosling confirma -una vez más- a Shane Black como uno de los nombres clave de Hollywood. ¿No lo conocen? Ya es hora de que identifiquen su nombre. Primero va el trailer del estreno de esta semana que dirigió y escribió, y luego más Black.
No es la primera vez que Black hace un policial con comedia con tintes negros (y con espíritu de los setenta), su ópera prima Kiss Kiss Bang Bang con Robert Downey Jr., Val Kilmer y Michelle Monaghan iba por ese lado. Sofisticación tensa y la sabiduría de no tomarse nada del todo en serio, con una investigación criminal de la que se salía lastimado, o al menos abollado. Incluye a Monaghan que corre y pega vestida de Papá Noel, o de chica Noel.
Y la otra película como director de Black es nada menos que Iron Man 3, la mejor de la serie para muchos, una película que demostró que Black podía liderar un proyecto en las grandes ligas y, en una superproducción de escala global, jugar narrativamente con pausas y aceleraciones, con personajes armados con claridad y con móviles bien claros, y sin necesidad de ser jamás grave o pomposo. El cine de Black es reacio a ahogarse en seriedades innecesarias. Sin embargo, esto no significa que se tome las cosas a la ligera o de forma desaprensiva: filmar la acción no es un tema menor para Black, a juzgar por esta película y su inolvidable secuencia del ataque de los helicópteros.
Pero Shane Black antes de ser director -y ahora sigue la secuela de Depredador- fue un guionista estrella. De una de las grandes películas con Bruce Willis de los noventa: El último boy scout, dirigida por Tony Scott. Y de una de las grandes películas con Arnold Schwarzenegger: El último gran héroe, dirigida por John McTiernan.
Además, Shane Black fue una estrella en su juventud gracias a que cuando tenía 25 años se estrenó una película con su guión, que vendió a los 22. Un guión que creaba personajes que serían absolutamente cruciales para el cine de los ochenta y noventa, personajes que tendrían cuatro películas entre 1987 y 1998, todas dirigidas por Richard Donner. La pareja protagónica: Martin Riggs y Roger Murtaugh, es decir Mel Gibson y Danny Glover. Sí, Shane Black escribió Arma mortal, y está claro que en su cine las parejas profesionales a la fuerza son marca registrada.
Por Javier Porta Fouz
Conozcan a Shane Black, uno de los nombres clave de Hollywood
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