Tiene 3 años y sufría unas 700 convulsiones por día producto de una epilepsia infantil. Su cuadro mejoró gracias al uso del aceite de marihuana. En nuestro país está prohibido, pero sus papás consiguieron la autorización para importarlo.
Josefina Vilumbrales tiene 3 años y a los 7 meses le diagnosticaron una enfermedad llamada síndrome de West, un tipo de epilepsia infantil grave que le hacía sufrir unas 700 convulsiones por día. Los terribles episodios la dejaban sin aire, retorcida y con los ojos para atrás. Algo parecido sentían sus papás, al verla sufrir de ese modo.
Durante mucho tiempo trataron de aplacar el cuadro con una batería de medicamentos, hasta 10 por día y dietas especiales. Pero nada funcionaba. Hasta que un día, Laura y Fernando, se toparon con el datodel aceite de cannabis y las bondades para este tipo de casos. Y la vida les cambió por completo.
La nena, redujo las pastillas y las convulsiones diarias no llegan a 20. El efecto del extracto concentrado de la planta milenaria, cuyo cultivo está aún prohibido en Argentina, fue casi milagroso. Con la medicación tradicional corría riesgo de contraer hepatitis, cálculos renales y quedar ciega en poco tiempo.
La odisea para conseguir el aceite
Al principio, los papás de Josefina produjeron el aceite de forma casera con dos plantas que les regalaron y siguiendo instrucciones de tutoriales en Youtube. Pero, al cabo de un tiempo, se dieron con quelas plantas se les acababan y conseguirlas o cultivarlas era un riesgo, en el marco de la prohibición legal que rige en nuestro país.
Ahí decidieron importarlo de manera clandestina hasta que finalmente llegó el reclamo al Estado para que les permitiera importar el producto. En noviembre del año pasado se convirtieron en los primeros en conseguir que el ANMAT (Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica) se los permitiera.
«Pienso en los nenes que vi en los pasillos en los hospitales, en las mamás sufriendo, yo no tengo miedo, de leyes entiendo cero, y si tenía que ir presa iba a ir presa. Pero a mí me impulsó el coraje, que sea posible para mucha gente», relata la mamá Laura, quien pide que el Congreso modifique la ley y todos tengan un acceso seguro a la sustancia.
De todos modos, el avance es parcial, ya que la ley sigue prohibiendo el uso medicinal y recreativo de la marihuana y además, no todas las personas están en condiciones de costear el envío en dólares del producto.
«Con el cannabis le cambió el semblante y la conexión con nosotros. Ahora puedo decir que la estamos disfrutando a pesar de todo. El cannabis nos da calidad de vida a todos«, dice la madre.
La planta de marihuana contiene cientos de componentes químicos, conocidos como cannabinoides. Pero dos sobresalen por su poder: son el THC (tetrahidrocannabinol) y el CBD o (cannabidiol) que producen beneficios farmacológicos, antioxidantes y antiinflamatorios, entre otros.
Cada vez son más los médicos que aceptan que el CBD trabaja como antiemético, anticonvulsionante, antipsicótico, antiinflamatorio y produce efectos positivos en tratamientos de quimio o aliviando los dolores neuropáticos en pacientes con esclerosis múltiple.
«Necesitamos que se estudie, se legalice. La planta es maravillosa, no podemos negar eso y no podemos permitir que los médicos dejen desamparados a los padres. Es un vacío que no está bueno», expresó Laura.
Por: Soledad Oliva (Canal 12)