Diez minutos después de lo previsto, a las 8:40, Pablo Moyano ingresó a la Fiscalía de Lomas de Zamora. Adentro del edifico lo esperaba Sebastián Scalera, el fiscal que lo investiga por diversos negociados en el club Independiente y por los cuales ya había pedido su detención.
Hasta último momento el gremialista había intentado postergar la citación con distintas maniobras judiciales que fueron rechazadas. En declaraciones públicas, amenazó: «Me voy a presentar y le voy a sacar al careta al fiscal, a Carrió y a Bullrich«.
El hijo de Hugo Moyano se encuentra en una situación complicada. El fiscal tiene serias sospechas de que lidera una asociación ilícita que defraudó al club Independiente, del cual es directivo, con diversas maniobras en las cuales también habrían participado barras.
Cuando Scalera pidió la detención de Pablo Moyano, el juez Luis Carzoglio la rechazó y denunció presiones políticas. Luego de adoptar esa decisión, se pidió licencia. Esta semana volvería a tomar el control del expediente.
