En San Francisco convocan a una apostasía colectiva

0
454

Bajo la consigna «Desafiliate de la iglesia», un grupo de jóvenes sanfrancisqueños convocan a la comunidad a realizar la «apostasía», trámite que se realiza para darse de baja de las actas en la Iglesia Católica, apoyando la separación entre la Iglesia y el Estado.

A través de la página en Facebook: Apostasía San Francisco, también en Instagram, el grupo invita el próximo 26 de agosto, en el Paseo de la Memoria (sobre la costanera), a los interesados a sumarse a una «apostasía colectiva».

El movimiento surgió luego de que el Senado no aprobara la ley de despenalización del aborto, la cual había logrado media sanción de parte de Diputados.

«Nos organizamos para hacer la apostasía en forma colectiva porque creemos que visibilizarlo de esa manera también implica mostrar que somos muchos los que estamos en contra de los privilegios que tiene la Iglesia por tener nuestro nombre en un acta que utilizan para ejercer presión en los Estados», aseguró una de las integrantes del grupo, Belén Lencina.

Remarcó que si una persona «no practica y no está de acuerdo con lo que hace la Iglesia institución, la apostasía es un acto para generar coherencia entre las ideas y la práctica. No tiene nada que ver con la fe y creer en Dios».

Lencina comentó que el grupo surgió por iniciativa de varios amigos y conocidos que se cuestionaron sobre la implicancia que tiene la Iglesia como institución en las decisiones que se toman en el país en cuanto a política, leyes y derechos.

«Con la última decisión y la presión que estuvo ejerciendo la Iglesia en el debate sobre la legalización del aborto, decidimos que teníamos que organizarnos para empezar a mostrar que estamos en contra de la institución a la que hemos sido afiliados de manera obligatoria, incluso siendo menores de edad sin poder elegirlo», manifestó Lencina.

Explicó que la Iglesia en base a la cantidad de bautizados dice representar el 90% de la Argentina y tener la capacidad de poder presionar o participar en legislaciones, recibir presupuesto o subsidios de parte del Estado y acompañar o no distintas políticas.

«Por más de que la religión no se practique o se esté en contra nadie toma la decisión de apostatar, entonces la Iglesia sigue tomando decisiones, recibiendo dinero en base a nuestro bautismo. Están en contra de muchas leyes y derechos en nuestro nombre, cuando nunca fuimos conscientes ni elegimos estar en la institución ni que nos representen. No es bueno que reciban dinero que puede estar aplicado a otras políticas del Estado», advirtió.

FUENTE: La Voz de San Justo

Comentários no Facebook