Una mujer, su hijo y su perra fueron atacados por un Pitbull

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Milena Andrea Komorosvki busca todavía explicaciones a lo ocurrido el domingo en horas del mediodía, cuando un perro de raza pitbull la atacó a ella, a su hijo de 23 meses y a la pequeña perra Violeta, de raza yorkshire, que llevaba atada con una correa. Los tres se disponían a dar un paseo sobre la plaza Sarmiento, sin embargo el perro de mayor porte que estaba suelto y con su bozal sobre su cuello, se les apareció al frente y se abalanzó sobre la mujer, la hizo caer al piso y luego atacó de manera salvaje al otro can, que hoy se encuentra en estado reservado en una veterinaria local.

Komorosvki, médica fisiatra del Hospital J.B. Iturraspe, radicó la denuncia en la Unidad Judicial y presentó una descripción física de la persona que se encontraba a cargo del pitbull y la vestimenta que lucía: «Yo no quiero reclamar nada, al contrario, solo me gustaría hablar con este joven para que tome conciencia de lo peligroso que es sacar a la calle un perro de esta raza sin las medidas de seguridad correspondientes, todos sabemos que deben ir con el bozal colocado y no a altura del cuello, asimismo debe llevar una cadena que resista la fuerza que hace el animal cuando lo sacan a la vía pública», declaró.

Al ser consultada sobre el hecho, la mujer atacada explicó que tuvo mucho temor que su hijo también sea agredido: «Al caer al piso me levanto rápidamente porque en ese momento pensé lo peor por el bebé, pero el pitbull agarró la perrita y comenzó a morderla y revolcarla, a raíz de ello está en una veterinaria en estado reservado».

El ataque se produjo en la esquina de la plaza Sarmiento que da a calle Gerónimo del Barco y calle Santa Fe. Al ver lo que sucedía, vecinos que se encontraban en la cuadra ayudaron para que el pitbull pueda soltar a Violeta. «Cuando llegué a casa me puse a pensar que lo sucedido podría haber sido una tragedia ya que el perro podría haber atacado a mi niño. Digo esto porque él siempre está abrazado a la perra, por eso pensé que si lograba sacarme el animalito podría haber atacado a mi bebé», reflexionó.

Miedo y enojo

Un joven de entre 20 y 25 años se encontraba a cargo del perro agresor: «No sé si quedó paralizado por el miedo, no quiero acusarlo ni nada por el estilo solo deseo que tome conciencia de lo que significa salir con un perro de estas características y con el bozal en el cuello en una plaza en donde además de pequeñas mascotas había muchos niños».

Según los testigos, el joven que acompañaba al pitbull reaccionó de mala manera cuando los vecinos lo increparon por la forma en que había sacado el perro a la calle y por lo ocurrido, incluso en algún momento se intercambiaron insultos.

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