La Secretaria de Salud, recomienda que ante las elevadas temperaturas que en esta época estival se presentan, es indispensable mantener la cadena de frío de los alimentos, dado que contribuye a la prevención de enfermedades.
En el verano suele incrementarse el riesgo de contraer enfermedades transmitidas por alimentos, debido a que por las altas temperaturas y la humedad ambiente aumenta la posibilidad de desarrollo de bacterias si se corta la cadena de frío, cuyos síntomas se manifiestan en diarreas, vómitos o dolores semejantes a los de una gripe, unas horas o inclusive días después de la ingesta de los mismos.
Es por ello que resulta indispensable que se tomen los recaudos necesarios para evitar la aparición de esta dolencia, como por ejemplo una correcta higiene de los productos frescos y envasados, controlar la buena conservación de los mismos vigilando la fecha de envasado y vencimiento, así como la temperatura a la que deben ser mantenidos.
Las frutas y verduras son ideales para llevar a las actividades al aire libre, porque no necesitan refrigeración y aportan vitaminas, minerales y una importante cantidad de agua. De caso contrario, se recomienda transportar en una heladera portátil, mientras que aquellos alimentos que estén listos para consumir no deben permanecer fuera de la heladera por más de una hora antes de ingerirlos, recalentarlos, refrigerarlos o congelarlos, por lo cual se recomienda desechar sobrantes de comida que hayan permanecido sin refrigeración por un tiempo mayor al señalado.
Asimismo, es importante saber que durante los días de calor, el cuerpo debe evitar sobrecargar el trabajo digestivo con platos calientes, pesados e hipercalóricos típicos de la época invernal, por lo que se aconseja reemplazarlos por frutas y verduras de estación, que se las puede combinar en preparaciones fáciles y rápidas.
Respecto a los líquidos, es recomendable tomar no menos de 2 litros a lo largo del día en sus variantes de agua con o sin gas, jugos y licuados naturales de frutas o verduras. Hay que tener en cuenta que la sed se presenta cuando ya existe cierto grado de deshidratación, por lo cual es indispensable anticiparse a la sensación de sed. Ante las altas temperaturas conviene reducir el consumo de bebidas alcohólicas y cafeína e infusiones y comidas muy calientes, debido a que suelen poseer alto contenido en sodio.
