Caso “Maru”: La justicia lenta y la eterna espera de la familia

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Los 211 kilómetros que recorren todas las semanas para llegar desde San Francisco a Tribunales II de esta Capital, cada vez se hace más largo para Hugo Ellena e Isabel Barraud, al igual que el juicio que se ventila por la muerte de la hija de ambos, Mariana.

A fines de agosto, más precisamente el día 27 cuando se llevó a cabo la primera audiencia en la Cámara Cuarta del Crimen, una nueva esperanza de justicia se palpitaba en sus rostros. En las últimas semanas la misma se ve desdibujada.

Pareciera que la esperanza se diluye entre sus manos, como el tiempo en las magras audiencias del juicio contra los dos conductores de dos vehículos que presuntamente corrían picadas en pleno bulevar Chacabuco. Uno de ellos, pasando el semáforo rojo, arrolló a “Maru” en la madrugada del 2 de setiembre de 2011 y huyó de la escena con el vehículo dañado, recorriendo el centro de la ciudad.

En las últimas tres semanas sólo se han llevado a cabo audiencias los días viernes ya que, primero por la salud del fiscal Raúl Gualda, luego por los compromisos de las defensas, y más tarde por los miembros del tribunal, se debieron postergar el juicio en períodos que raya lo establecido por el Código de Procedimiento Penal, que establece que no puedo excederse los quince días corridos para la continuidad de un debate.

Testigos que no se encuentran o son reacios a presentarse, y cuándo se presentan no aportan demasiado, citaciones que no llegan a término y otros menesteres son los que han ido marcando el intrincado debate por la muerte de “Maru”, que llegó a Tribunales II como un supuesto episodio doloso, luego que se ventilará un primer debate suspendido por un hecho culposo.

Un mes de juicio

«La querella se siente agraviada, el espíritu del juicio se está diluyendo. Ya no me acuerdo de lo que dijo el primer testigo», sostuvo enfáticamente el abogado Carlos Palacio Laje el pasado viernes al reclamar al tribunal, presidido por el doctor Luis Nassiz, por el distanciamiento entre las audiencias.
Aunque el abogado querellante propuso realizar las audiencias en doble turno, las defensas de los imputados C.M.B. y Gastón Lucca expusieron sus razones.

«Yo defiendo 95 víctimas y represento al Estado, no puedo después de alegar 6 horas seguidas, venir y defender a Lucca, no me queda cabeza», expresó el abogado Claudio Orosz, resaltando su trabajo en la parte final del juicio por la megacausa de La Perla. A ello se sumó en los últimos días, novedades en la causa de Facundo Rivera Alegre, donde también actúa como querellante. En tanto, la defensora del principal sospechoso, se excusó indicando que «por la tarde trabajo en mi estudio jurídico, si no voy, no produzco».Fiel a su estilo, el fiscal Gualda echó mano al Código Procesal y manifestó: «No sé por qué tanto problema, si los únicos que no escuchamos los testimonios anteriormente somos el tribunal y yo».

Ese viernes, de cuatro testigos sólo dos se hicieron presentes, y de ellos hubo notarias contradicciones a pesar que iban en el mismo taxi la trágica madrugada.

El caso “Maru” primero recayó en el Fuero Penal Juvenil, luego el expediente -por la participación de un mayor- pasó a la Fiscalía de Instrucción del ahora fiscal General, Alejandro Moyano.
Presentaciones de aquí y allá hicieron recaer la causa en el limbo judicial del Tribunal Superior de Justicia. Llegó a juicio y se suspendió por el cambio de carátula de culposo a doloso. Hoy finalmente hay un juicio en Tribunales II, pero el calendario de las partes parecen poco importarle la necesidad de una chica de 22 años que aún no descansa en paz.

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