La carne, el hábito cordobés de más riesgo para el cáncer

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Un estudio de la UNC y el Conicet abordó los patrones de alimentación que pueden promover el riesgo en el desarrollo del mal.

Un estudio epidemiológico llevado adelante por científicos de la Escuela de Nutrición de la UNC y del Conicet identifica los patrones alimentarios locales que tienen un efecto promotor del riesgo de desarrollar la enfermedad. También señala cuales son aquellos que pueden contrarrestarlo, los cuales se denominan protectores.

El elevado consumo de carnes rojas, su frecuente cocción a la parrilla, la ingesta de alcohol y bebidas azucaradas se encuentran entre los hábitos más riesgosos. En contraposición, una dieta rica en frutas y verduras podría tener un rol protector contra el desarrollo del cáncer.

La investigación “Cáncer y su asociación con patrones alimentarios en Córdoba” tuvo lugar en esta provincia entre 2006 y 2012. Se estudiaron 1.162 personas, con un promedio de edad de 67 y 62 años para hombres y mujeres respectivamente.

Allí se pudieron determinar algunos factores comunes luego de lograr reconocer los principales modos de comer de la población cordobesa.

Si bien el estudio aclara que el cáncer, en sus diferentes variedades, es «una patología multicausal, cuya ocurrencia obedece a múltiples factores», la importancia de este monitoreo se aprecia al determinar como ciertas características de la dieta se asocian a un aumento del riesgo de padecer la enfermedad. A los alimentos que entran en este grupo se los denomina «promotores».

Según el estudio, el elevados consumos habituales de carnes rojas, papa, vino y bebidas azucaradas (gaseosas y jugos) muestran un efecto promotor para el cáncer colorrectal y el cáncer urotelial.

Entre las mujeres el cáncer de mama se asocia directamente con las carnes grasas y procesadas, productos de pastelería, aceites, mayonesa, elevada ingesta de granos refinados y baja de granos enteros.

En la población masculina, en tanto, algunos patrones alimentarios muestran un efecto promotor al cáncer de próstata, es el caso de las carnes grasas, huevos, granos, vegetales amiláceos, bebidas azucaradas y típico mesurado (carnes rojas magras e infusiones).

En esta línea, los investigadores indican que, a partir de los resultados obtenidos, y más allá de que se lleven adelante las estrategias de prevención del cáncer ya conocidas, es necesario promover una ingesta habitual de vegetales, frutas y lácteos (estos últimos de manera moderada en hombres), y disminuir el consumo de carnes rojas (fundamentalmente grasas), carnes procesadas, vegetales amiláceos (con almidón, por ejemplo la papa), vino y bebidas azucaradas.

 

 

 

 

 

Fuente: Cba24N

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